El cine, la proyección de fotogramas unidos de forma rápida que recrean la impresión de movimientos. Aunque esta es la definición más técnica, el séptimo arte es también una forma de relatar historias, de expresar sentimientos y… de transmitirlos. Pese a que todo el mundo conoce a famosos directores y a los actores más carismáticos de hoy en día, no todos son conscientes de cómo comenzó todo. Pero, para eso, estamos nosotros aquí.
¿Cuándo, dónde y cómo empezó la historia del cine?
El 28 de diciembre de 1895 es la fecha que debemos marcar en color rojo. En ese día, el invento de los hermanos Lumière, el cinematógrafo, permitió organizar la primera proyección pública de una película. En el Salón Indio del Gran Café, en París, la película «Salida de los obreros de la fábrica Lumière» fue presentada en sociedad. Los hermanos, en aquel momento, no eran conscientes de que acababan de crear una nueva forma de ocio que se ha extendido hasta nuestro días.
El impacto de la industria norteamericana en el cine
Tras comentar brevemente el principio del fenómeno cinematográfico, en esta espacio queremos analizar uno de los escenarios más relevantes en la historia de las películas. A pesar de que el cine francés es uno de los más importantes, los americanos han creado verdaderas obras de arte hechas historias de unas pocas horas. Y, como todos sabéis, Nueva York es el escenario por excelencia en el que los directores echan a volar su imaginación. Es, además, un lugar que vale para todo: desde comedias, pasando por dramas, hasta los mejores filmes de acción se han grabado en las calles de Manhattan.
A lo largo de esta semana, hablaremos sobre algunas de los escenario de la Gran Manzana que se han convertido en referencias del cine. Central Park, la Quinta Avenida, Times Square o el Museo Americano de Historia Natural son solo algunos de los lugares más icónicos que compartiremos con vosotros. Y tú, ¿te apuntas a darte una vuelta por algunos rincones de Nueva York?