¿Cuál es el origen de la Gran Vía de Madrid? 5 curiosos datos que no conocías de ella

La Gran Vía de Madrid es, probablemente, la calle más icónica de la capital. Y más ahora, cerca del comienzo del periodo navideño, que hace que este famoso punto de encuentro para millones de personas se llene de luz y de color por varias semanas. Pero ¿conoces todos los detalles que esconde este famoso paseo? En este post conocerás 5 datos poco comunes sobre la Gran Vía.

1. Historia de la Gran Vía

El trazado de la Gran Vía comienza en la Calle de Alcalá y termina en la Plaza de España. Sin embargo, antes de que esta alcanzase la apariencia actual, la calle tuvo que sufrir varias intervenciones urbanísticas que la convertirían en uno de los símbolos de Madrid. En el año 1899, dos arquitectos municipales (José López Sallaberry y Francisco Andrés Octavio Palacios) fueron los encargados de elaborar un proyecto de construcción. El «Proyecto de reforma de prolongación de la calle de Preciados y enlace de la plaza del Callao con la calle de Alcalá» fue aprobado en 1901.

El proyecto proponía la división en tres tramos diferentes:

  • Avenida A (desde la plaza de san Marcial hasta la de Callao)
  • El Buleva (desde Callao hasta la Red de San Luis)
  • Avenida B (desde la Red de San Luis hasta la calle Alcalá

Las obras comenzaron finalmente el 4 de abril de 1910.

2. Los diferentes nombres de la calle

Hasta el año 1980 no recibió oficialmente el nombre de Gran Vía. Al estar dividida en tres tramos diferentes, se denominó Avenida de Conde de Peñalver, Pí y Margall y Eduardo Dato hasta la Guerra Civil. Durante el transcurso de la misma, tuvo otros nombres diferentes como Avenida de Rusia, de la URSS, de la CNT, de la II República o de la CNT. Cuando el conflicto bélico terminó, fue nombrada Avenida de José Antonio (como homenaje a Primo de Rivera) para, posteriormente, ser conocida como en nuestros días.

3. La cúpula del edificio Metrópolis de Gran Vía

La obra de construcción del Metrópolis finalizó en el año 1911. Fue en su punto más alto en el que se decidió colocar una escultura de la empresa aseguradora «La Unión y el Fénix«, cuya sede estaba situada en ese lugar. Pese a lo que muchos piensan la figura de «La Unión y el Fénix» no es realmente la que preside la cúpula del Metrópolis, ya que la obra del francés René de Saint-Marceaux fue sustituida en 1972 por la de una «victoria alada«.

4. «Si vis pacem, para bellum»

En el año 1916 nació el popularmente conocido como Casino Militar, con el objetivo de promover la actividad cultural y recreativa entre los militares y los civiles. Esto se produjo gracias a que el Centro Cultural de los Ejércitos adquirió un solar por un millón y medio de pesetas y decidió construir sobre él el edificio que, a día de hoy, es su sede. Su puerta es bastante singular, ya que uno de los accesos está presidido por la frase latina «Si vis pacem, para bellum», que significa «Si quieres la paz, prepara la guerra».

5. ¿Un toro suelto por la Gran Vía de Madrid?

En el año 1928, un toro bravo decidió emprender una larga caminata desde el paseo Virgen del Puerto hasta la Gran Vía. Por la zona se encontraba en aquel momento el torero Diego Mazquiarán, quien utilizó su abrigo para salvar a los madrileños de lo que podría haber sido una desgracia. La gente comenzó a aplaudir a «Fortuna», el apodo del matador, que recibió posteriormente la cruz de la Beneficencia.

 

 

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